sábado, 13 de marzo de 2010

190.- AMABILIDAD .- Leyendo juntos "¿Qué hay que enseñar a los hijos?" (Victoria Camps)

Una persona amable es aquella que se hace digna de amor. Dicho con un lenguaje más llano: la que se hace querer. ¿Cómo lo hace? mostrándose comprensiva, abierta, disponible, dispuesta a echar una mano. En una palabra, no escatimando simpatía. La palabra «simpatía», significa etimológicamente «sentir con»: sentir la alegría y también el dolor del otro, estar con él pase lo que pase, a las duras y a las maduras. Es la misma palabra que «compasión», que también significa «sentir con» el otro. La compasión es un concepto que se ha ido deteriorando con el tiempo, hasta el punto de que uno rechaza que le compadezcan. Identificamos la compasión con la piedad, la caridad, las buenas obras, la limosna, es decir, toda la parafernalia mojigata que acompaña a una más que sospechosa buena conciencia, dispuesta a atender momentáneamente al que sufre parar poder olvidarlo de inmediato. Así entendida, la compasión tiene poco que ver con esa disposición a una amistad cultivada, no sentida en primer término, pero imprescindible para que la vida en común sea cómoda y agradable. Por eso Schopenhauer pensaba que la compasión debía entenderse como «el resorte de la moralidad».Porque la compasión se opone a la crueldad, que es el mal propiamente dicho(...)

Aunque la soledad radical es contraria a la humanidad, todos sentimos el atractivo de la vida solitaria que implica independencia y alejamiento de todo lo que puede molestar. La tendencia a la soledad, a la introversión, es muy característica de la adolescencia. Es la muestra de la «sociable insociabilidad» del ser humano, según la bella expresión de Kant: vivimos en la permanente contradicción de necesitar y querer a los demás y cansarnos de ellos o rechazarlos. Quisiéramos creer que nos bastamos a nosotros mismos pero sabemos que no somos autosuficientes. Para salir de esa paradoja inevitable, no hay más remedio que obligarse a ser sociable, amable, compasivo, simpático. Adam Smith, que fue un gran defensor de la simpatía como base y fundamento de las relaciones humanas, escribió lo siguiente: «la sociedad y la conversación son los remedios más poderosos para restituir la tranquilidad a la mente, si en algún momento, desgraciadamente, la ha perdido; y también son la mejor salvaguardia de ese uniforme y feliz humor que tan necesario es para la satisfacción interna y la alegría». O sea que la amabilidad es tanto un bien para los demás como para la salud, el bienestar y el buen humor de uno mismo. En realidad, no descubrimos nada que no tenga ya muchos siglos. Enseñar a ser amable es partir del supuesto de que sin amor la vida es inhumana. (p 53-55)

Fuente: Extractos de las páginas 53-55 del libro de Victoria Camps "¿Qué hay que enseñar a los hijos?" Ed. Proteus

15 comentarios:

Loly 2º Bach A dijo...

“Enseñar a ser amable es partir del supuesto de que sin amor la vida es inhumana”.

Como seres humanos que somos a todos nos gusta relacionarnos con los demás, dar y recibir amor, comprensión, etc. No obstante, somos muy reaccios a que sientan compasión, pena o lástima por nosotros. Muchas veces, cuando a una persona le ocurre algo y otras intentan ayudarla, ésta reniega de esa ayuda porque piensa que lo hacen por compasión.

Evidentemente, si alguien a quién nosotros estimamos está atravesando un mal momento nuestra propia naturaleza nos obliga a ayudarla en todo cuanto esté a nuestro alcance por ello debemos dejar el orgullo a un lado y dar gracias porque hay quien tiene un poquito de compasión por nosotros y nos ofrece su mano para salir del atolladero. En mi opinión, la compasión no es mala pero muchas veces está mal entendida.

Ayoze 2º Bach A dijo...

¿Cuanto cuesta ser amable?....La verdad es que la amabilidad no tiene precio alguno sino que es una virtud que no todos poseen por igual. Muchas personas carecen de amabilidad y piensan que son superiores al resto de los demás.

Un saludo es algo tan simple y tan instantáneo, que no cuesta absolutamente nada, es un simbolo de amabilidad. Una persona amable es aquella que se hace digna de amor, es una persona que se deja querer por los demás, y que quiere al resto.

En todas las tradiciones religiosas la amabilidad es considerada como una de las principales virtudes o perfecciones.

La amabilidad es pues aquello que más valoramos de una persona, que más nos aporta, que más nos une, que más deseamos, que nos hace más felices...

Jesús Medina 1º Bach B dijo...

La amabilidad en mi opinión es lo que nos diferencia de ser buenas o malas personas ya que demuestras la comprensividad, la disponibilidad y el querer echar una mano a alguien. La amabilidad también demuestra simpatía y compasión y demuestra la forma de tratar a una persona y el interés de los problemas sobre ella.

De este fragmento destaco la última frase del texto: Enseñar a ser amable es partir del supuesto de que sin amor la vida es inhumana.

Sara Méndez dijo...

La amabilidad es la manera más sencilla, delicada y tierna de hacer realidad un amor maduro y universal, libre de exclusivismos. Amabilidad se define como “calidad de amable”, y una persona amable es aquella que “por su actitud afable, complaciente y afectuosa es digna de ser amada”.

Una persona amable es aquella que escucha

con una sonrisa lo que ya sabe, de labios de alguien que no lo sabe.
Al hablar de amabilidad, sin duda hemos de referirnos también al amor, pero es preferible tipificar a la amabilidad como valor por su carácter más concreto de actitud, de rasgo firme y definido de la persona que ama. El amor es una palabra demasiado grande, universal y genérica en sus formas.

La verdadera amabilidad es la que surge de los sentimientos, la “otra” amabilidad, la más común, es la que tiene que ver con las formas y con las normas de conducta. Ésta solo sirve para seguir la corriente de lo que es socialmente aceptado, pero aporta poco más que una máscara.

La amabilidad es siempre un claro exponente de madurez y de grandeza de espíritu, dado su carácter universal, integrador y de cálido acercamiento a los demás seres de la creación, con los que se siente hermanada toda persona amable.

Diego Benítez 1º Bach B dijo...

La amabilidad está presente en pocas personas hoy en día. Yo creo que para que el mundo funcione mejor, es decir, haya mas igualdad las personas deberían dejar de pensar en ellas mismas y empezar a ayudar a las personas que están a su alrededor. De esta forma el mundo podría ser un poco mejor.

Las personas no deberían de escatimar simpatía, ya que gracias a esto podrían relacionarse mejor con el resto del mundo.

Noelia 1º Bach A dijo...

En el texto relacionan la amabilidad directamente con la simpatía,y es cierto.Una persona amable,también tendrá esa cualidad,aunque no siempre tiene por que ser así.Además,también lo vinvula con la compasión,que desde mi punto de vista creo que es algo imprescincible para ser amable.Por que si no sientes esa especia de "lástima" hacia algo,no sientes la necesidad de ayudarlo.

En cuanto a lo que se refiere a "la soledad radical",se menciona esta frase: "vivimos en la permanente contradicción de necesitar y querer a los demás y cansarnos de ellos o rechazarlos".. ha sido lo que más me ha llamdo la atención de esta parte,ya que tiene mucha razón.En esta época,la gente vive muy pendiente a estar "querido" continuamente por alguien,pero a la vez queremos una independencia que lo contradice todo.

Amparo dijo...

En efecto, ser amable es algo que se aprende y que constituye casi un requisito para cualquier otra acción humana.
Qué rabia cuando saludas y no responden a tu saludo, por poner un ejemplo elemental.

Saludos!!

Alejandro Rguez 1º Bach A dijo...

En el texto se definen una serie de posturas, las cuales vemos como básicas e incluso necesarias, forman parte del día a día de muchos de nosotros. Los seres humanos no somos islas, vivimos en un mundo en el que necesitamos de los demás, aunque en una época de nuestra vida, como puede ser la adolescencia, reclamemos una autonomía e incluso momentos de soledad. La soledad es un término que contradice en sí el significante de “Ser humano”, ya que ya por el hecho de haber nacido somos seres sociales.

Nos gusta que nos den amor, y más aún que nos mimen. Toda esta labor que no nos cuesta hacer hacia las personas que apreciamos, es sin duda un hecho que viene desde nuestro más profundo sentimiento. Somos simpáticos con la gente que nos cae bien, es decir la gente que nos demuestra una serie de valores que compaginamos con los nuestros propios. Cuando somos agradables desde el corazón, es decir, con un sentimiento de amabilidad sincero, hacemos un bien común, tanto para la persona que recibe nuestra simpatía, como nosotros que la damos sin recibir nada a cambio, lo único que nos recompensa es el placer de saber que el prójimo disfruta contigo.

En conclusión, somos sociales, aunque nos guste o nos disguste, nacimos humanos y esa es una de las leyes que lo define como tal, vivimos en una sociedad en la que sobrevive el que mejor se desenvuelve, por ello, en este mundo tan duro, debemos llevar la amabilidad y simpatía como primer valor de nuestra moral

Filoabpuerto dijo...

AMPARO

Gracias por tus "amables" visitas
Saludillos

Merce

leo dijo...

A mí me sorprende lo amable que es la gente, en general. Tanto que lo que llama la atención es cuando tropiezo con alguien desagradable.
(Espero que no sea que salgo poco :-S)
Supongo que es una de esas características que se aprenden por el ejemplo.
Como siempre me quedo pensando.
Besos.

Sara Hernández Dóniz 2ºA de Bach. dijo...

Llamamos compasión a la capacidad de sentirnos próximos al dolor de los demás y la voluntad de aliviar sus penas, pero a menudo somos incapaces de llevar a la práctica lo que nos proponemos, y esa hermosa palabra muere sin haber dado sus frutos.
¿Qué es la compasión? La compasión es el deseo de que los demás estén libres de sufrimiento. Gracias a ella aspiramos a alcanzar la iluminación; es ella la que nos inspira a iniciarnos en las acciones virtuosas y por lo tanto debemos encaminar nuestros esfuerzos a su desarrollo.
Si deseamos tener un corazón compasivo, el primer paso consiste en cultivar sentimientos de empatía o proximidad hacia los demás; además de reconocer la gravedad de su desdicha por eso cuanto más cerca estamos de una persona, más insoportable nos resulta verla sufrir. Se trata de un sentimiento de responsabilidad, de preocupación por esa persona. Con el fin de desarrollar esta cercanía es necesario reflexionar sobre las virtudes implícitas en la alegría por el bienestar de los otros; debemos llegar a ver la paz mental y la felicidad interna que se deriva de ello, al mismo tiempo que reconocemos las carencias que provienen del egoísmo y observamos cómo este nos induce a actuar de un modo poco virtuoso y cómo nuestra fortuna actual se basa en la explotación de aquellos que son menos afortunados.

Viginia yanes 2ºA bacH. dijo...

“Enseñar a ser amable es partir del supuesto de que sin amor la vida es inhumana”.
pienso qu esta frase tiene toda la razón del mundo. Desde pequeños hay que darles unos valores fundamentales a nuestros hijos y creo que uno de ellos tienes que se la compasión. desgraciadamente vivimos en una sociedad cada vez mas individualista, egoísta e independiente.por esa razónhay que promover las ayudas en sociedad porque está claro que en muchos aspectos de la vida, vamos a ser nosotros mismo quienes salgamos adelante solos, está claro que no podemos depender nunca de los demás, pero tambien es verdad que hay deetrminadas cosas que hay que hacer por lo demás. Es bueno ser ambicioso pero tampoco pensar que vives solo en el mundo. por eso hay que promover estos valores, puesto que si ya estamos en una "mala" sociedad, si dejamos que siga siendo así, la verdad es que no me peudo hacer una idea de lo que será el mundo dentro de unos cuantos años.

Filoabpuerto dijo...

LEO

Yo también comparto tu opinión, son muchas las muestras de amabilidad que encontramos. A veces es sólo cuestión de no ser tan obstinados e ir mirando hacia el suelo un tanto estresados o metidos en nuestro mundo

Saluditos

Merce

Pooja 1º Bach A dijo...

La amabilidad vuelve con una sonrisa al lugar desde el que ha partido.


Se trata por tanto de una conducta que no se agota por sí misma, sino que tiene como origen mover a los demás a comportarse con nosotros proporcionalmente.

La verdadera amabilidad es la que surge de los sentimientos, la otra amabilidad, la más común, es la que tiene que ver con las formas y con las normas de conducta. Ésta solo sirve para seguir la corriente de lo que es socialmente aceptado, pero aporta poco más que una máscara.

Thais 1º Bach A dijo...

La amabilidad es una virtud importante en nuestra propia vida y puede dar muchos frutos, es una forma positiva y muy necesaria para que la gente se respete.



Es un valor imprescindible del que muchas personas carecen; es la forma de comunicarse más bella entre personas, que nos conduce a una mejor convivencia.



Una persona amable, escucha a los demás, y no les responden de manera agresiva, sino que respetan su opinión y pensamiento. Si todos mostráramos más amabilidad hacia las personas que nos rodean, quizá la situación en el mundo sería diferente y no viviríamos en un mundo hostil donde parece que no existe la cortesía entre las personas; claro todo esto cambiaría si todos pusiéramos un granito más de arena que por muy insignificante que nos pueda parecer, puede llegar a convertirse en una enorme montaña llena de valores y respeto para todo el mundo.