lunes, 13 de diciembre de 2010

207.- Necesitamos contacto

"Una enfermera me contaba hace poco que durante la noche, cuando la oscuridad y la quietud reinan en el hospital, algunos pacientes demandan atención de manera repetida. Aducen diferentes tipos de malestar o necesidades que ella, como las demás enfermeras, procura resolver. Sin embargo, su experiencia le dice que detrás de esos síntomas se esconde más bien la necesidad de contacto. La soledad de la noche favorece que emerjan temores e inquietudes. Entonces, una caricia, una mirada atenta, coger la mano o acercarse a la cabecera de la cama a escuchar surten un efecto calmante inmediato.

Generalmente le damos poca importancia a estas “medicinas” gratuitas, pero establecer un contacto cercano y cálido con otra persona depara grandes beneficios tanto para la salud física como mental.

Virginia Satir, pionera de la terapia familiar, repetía a menudo: “El contacto afectivo es a las relaciones como la respiración al mantenimiento de la vida”.

Los neurólogos insisten en que los seres humanos, igual que las neuronas, necesitan estar conectados, y que su bienestar depende de las redes de relaciones en las que están integrados.

Una tragedia de nuestra sociedad es la cantidad de personas que están solas o se sienten solas sin haberlo elegido. Podemos estar conectados con millones de individuos a la vez, pero escasea el contacto real y cercano. En la era de la comunicación faltan herramientas para establecer relaciones en las que se conecte íntimamente con el otro. A menudo, en la familia se comparte un mismo techo, pero en la práctica se vive de manera separada, sintiéndose aislado incluso en compañía. Gran parte de los conflictos conyugales se debe a una desconexión entre los miembros de la pareja. Y hay personas que, a pesar de desearlo, no consiguen salvar la distancia que las aleja de los demás.

Puede resultar sorprendente: lo que más se desea, en este caso la proximidad afectiva, también atemoriza. Inconscientemente, existe la impresión de que quien se muestra demasiado abierto corre el riesgo de ser invadido.

Al entablar contacto es posible sentirse desnudo o vulnerable. Se desvela una parte interna de la personalidad, y existe el temor a la burla o a que el otro utilice la información para controlar o lastimar. Esta tendencia a defender el espacio personal es saludable, salvo cuando se convierte en una barrera que impide conectar con los demás. Pero el riesgo también implica una ganancia.

“Tu misión no es buscar el amor, sino descubrir todas las barreras que has creado en tu interior para no verlo” (Jalal ad-din Rumi)

“El encuentro entre dos personalidades es como el contacto entre dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman” (Carl G. Jung)

“Tengo miedo de decirte quién soy. Porque si te digo quién soy, puede que no te guste cómo soy, y eso es todo lo que tengo” (John Powell, músico) "

Texto: Adaptación de fragmentos del artículo de Cristina Llagostera "Necesitamos contacto" (El País 7-11-2010)

Imagen: http://musicinmouth.blogspot.com

8 comentarios:

leo dijo...

Yo creo que de las cosas más tristes que hay es estar enfermo y solo de noche.
Qué acertadas las frases escogidas: la de Rumi me ha gustado en especial.
Qué difícil, a veces, comunicarnos...
saludos.

Laura Hdez 1º Bach E dijo...

Destaco que

-Establecer un contacto cercano y cálido con otra persona depara grandes beneficios tanto para la salud física como mental.

Pienso que es cierto, ya que solos no podríamos hacer nada, necesitamos de otra persona para que nos apoye cuando lo necesitamos tanto cuando estamos mal y cuando estamos bien, para intercambiar ideas,… Y a parte

NECESITAMOS SENTIRNOS QUERIDOS Y ARROPADOS POR LOS DEMÁS.

A nadie le gusta caer mal, que lo desprecien, que no le hagan caso,… al contrario nos gusta que la gente nos quiera y hable bien de nosotros, por eso creo que es necesario mostrar los sentimientos buenos hacia los demás y no pensar en el “que dirán”.

Aixa 1º Bach E dijo...

En la actualidad, por los avances tecnológicos y las facilidades que se dan para los mismos, nos han permitido disponer prácticamente en cada casa de estos. Entre ellos tenemos la posibilidad de tener ordenadores, THC, móviles y demás que nos permiten a través de Internet poder hablar y mantener un contacto incluyendo la visión de la persona, a tiempo real aunque esta se encuentre en el lado opuesto de la Tierra.

Por desgracia

HAY VECES QUE ESTAMOS TAN CONECTADOS A ESTOS QUE LAS RELACIONES CERCANAS LAS DEJAMOS DE LADO,

y lo que antes era un lujo " conectar " para ver a esa gente ahora en muchos casos es una adicción la cual hace que con los que tenemos cerca hayamos " desconectado

Eliezer Glez 1º Bach E dijo...

El texto que leímos sobre que necesitamos contacto con otras personas, me pareció muy interesante. Una cosa que me impactó mucho fue el ejemplo que dio nuestra profesora Mercedes, diciendo que después de la Segunda Guerra Mundial, muchos niños perdían a sus padres y los tenían en orfanatos y hospitales donde se les atendía ,les daban el biberon rápidamente y casi no los cogían, no les daban calor humano, y muchos de ellos morían sin apenas estar enfermos, ya que no sentían ese amor, esa calidez. Es un texto muy bonito y que te da por pensar muchas cosas.

Romina 1º Bach E dijo...

Que malo tiene que ser sentirte en cuatro paredes metido dias y dias sin poder tener el cariño y el amor que necesitas para que los dias se te puedan pasar mas rápido y te encuentres tu mismo mucho mejor.
Pero también digo que lo peor de lo peor es sentirte ahí dentro encerrado en navidad que es la época de mas cariño y amor que necesitamos pero bueno mientras tengas familia, pero la gente que se encuentran ahí y que no tiene a nadie para pasar esas épocas y lo peor de lo peor los niños que no tienen familia y se encuentran en el hospital solamente esperando a que llegue el papa noel para que le den un solo regalito eso si es peor y muy triste, todo eso es para que nosotros los que lo tenemos todo nos demos cuenta como se siente una prsona en un hospital sin cariño ninguno.

A. Morales dijo...

En realidad todos estamos solos, vivimos solos y morimos solos. Pero en todo ese transito, en ocasiones la vida nos regala la compañía de otros, el milagro de compartir es de las experiencias que más nos satisfacen aunque de las más difíciles, porque solemos estar parapetados, atemorizados y entretenidos en tapar nuestras carencias, algo realmente banal y sin importancia por lo general a los ojos de los demás, vamos de aquellos que merecen la pena la preocupación. Es verdad que debemos dar un pequeño paso en esa dirección y sentirnos más, abandonar los complejos siquiera algunos minutos, los suficientes para dar la oportunidad a quienes pretenden llegar y se lo ponemos tan difícil. En psicología se utilizan técnicas de “contacto”, así la mitad de la clase se sitúa en el centro de la estancia y se les tapa los ojos con una cinta que no deje pasar la luz, la otra mitad, en silencio, uno a uno, pasa delante de sus compañeros y acaricia, toca ligeramente la nariz, el pelo, la palma de la mano, incluso abraza o simplemente se acerca hasta un limite insospechado a la luz del día, algo que todos querrían haber hecho y ese “temor” no lo permite. Después se invierte el proceso. Os lo recomiendo, la sensación es tremendamente reconfortante y nos dice mucho de lo solos que solemos estar y de lo bien que nos sienta el contacto con los demás.

Anónimo dijo...

Hola Merce, bonito artículo, y
Ya que mencionas a Virginia Satir, una de mis psicoterapeutas favoritas en lo que se refiere a tratar las relaciones humanas, os escribo los 5 derechos para la comunicación verdadera, ideados por ella, con los que yo empiezo algunos seminarios. A mi me parecen sugerencias claras y sencillas, que encierran una gran profundidad.

1º El derecho de ver y escuchar lo que hay aquí, en vez de lo que debería haber, hubo o habrá.

2º El derecho de decir lo que uno siente y piensa, en vez de lo que uno debería decir.

3º El derecho de sentir lo que uno siente, en vez de lo que debería sentir.

4º El derecho de pedir lo que se desea, en vez de aguardar a que le den permiso.

5º El derecho de correr riesgos por propia cuenta, en vez de querer sólo lo seguro.

Aprovecho para desearte unas Felices Fiestas y como ves, de vez en cuando, me paseo por este rinconcito que cada vez cuidas con más esmero.

Un abrazo entrañable
Marisa

Filoabpuerto dijo...

MARISA

¡ Cómo me gusta encontrarme contigo por aquí!

Gracias, amiga, por tus siempre estupendas aportaciones y tu cariño

Un abrazo
Merce